25 de marzo de 2007

Ésta es mi mejor excusa

Te acercas con miedo, titubeante, porque a pesar de esos horribles ojos marrones consigue que no seas capaz de apartar la mirada de su cara. Y éso te hace sentir débil.

Te das cuenta de lo dificil que parece huir, es entonces cuando sumiso agachas la cabeza y entre sollozos y lágrimas la esperas mirando a través de la ventana. E intento por un instante (hipócrita) no besarla y alejarla de mi, aunque se que me va a costar. Pero soy débil, si.

Y muy a mi pesar no quiero enfrentarme a ella, prefiero su perfume y su pelo, prefiero su horrible mirada, prefiero terminar tarereando a los Delinqüentes.

...No se sorprenderá...

18 de marzo de 2007

No soy tan original ®

Basta con sincronizar lo que escribes con una buena canción, algo que disimule lo que en realidad quieres decir pero que no defraude, eso nunca. Y el caso es que confío en que ésto quede aqui, entre nosotros, porque puestos a pensar y pensar se necesita ser demasiado crédulo para confudir esta mierda con otra mierda mejor (yo el primero).

Mientras tanto me miro en el espejo e intento quitarme esa enorme nariz roja que de vez en cuando me sale... así, por las buenas. Y ésto no puede ser. Y el caso es que confío en que no todo lo que digo sea para un rato y punto (¿qué digo?), porque puestos a reflexionar y... mmm... reflexionar caigo en la cuenta de que no soy tan original (Joder, repito).

(Voy a darme prisa que la música se va acabando)

Y ya con las gotas de sudor en la frente (me veo sin tiempo) alego que tal bocazas como aquél no merece más que una patadita por
COBARDE; porque puestos a razonar y ...ains... razonar, quizá no estemos escuchando la misma canción.

(Leer sólo una vez y opinar)

4 de marzo de 2007

2. Como cada mañana


Aún cuando la ve andar por la calle piensa en lo agradable que hubiera sido abrazarla entonces, decirle que no tiene nada que perder... que no está sola; aún cuando la imagina tumbada en la cama desea acercase y susurrarle una canción para que ella cierre los ojos y vuele.
Todavía espera que las cosas sean como solían ser, como cuando cada mañana se despertaban cara a cara y esbozaban una leve sonrisa.

Acostumbraba... acostumbraba a desear que todo duraría, sabiendo como ya sabía que ella no iba a esperar a que un inepto le prometiera la Luna y algo más. Joder, aún cuando tenía claro lo que debía hacer pretendía ser ese gilipollas adulador que lo intuía todo sencillo.

Y según la miras a los ojos sabes que desde aquél día no es la misma, que si todavía no había tenido la oportunidad de soñar aquellos minutos no fueron justos.
Porque según te vas acercando ella parece como si te fuera a coger de la mano y a pedirte que no te vayas nunca.