4 de febrero de 2008

eRóTiCo...


Habiendo sabido lo dificil que era llegar a su puerta, dudaba imaginarse llorando a través de la ventana del baño. Digamos que hacía recordar a la más seductora dama que desayunó con diamantes, supongamos que solía salir rodeada con un velo carmín, inundada con el más puro erotismo profano. Un lujo inalcanzable, una frágil hada de cristal, tan solo la más bonita cara y una falda muy corta. Y si en sus ojos se reflejaba la tímida niña que solía ser, no podías si no sentir como sacudía tu alma con solo el destello de su pelo.