21 de marzo de 2013

Desde entonces



Intentaba yo, en un principio, tener bien ordenados todos mis recuerdos para cuando sonase la puerta. Sin planear nada había especulado con las mil formas de saludarte y besarte al vernos, de hablar contigo evitando balbuceos y de gozar con el breve tiempo que íbamos a tener juntos.

Bastaron dos tragos de aquel jarabe sajón y una canción para intuir, mientras esbozaba una sonrisa, lo mucho que me había estado perdiendo todos estos años. No hay forma sencilla de afrontar algo así, más sabiendo que fue todo un cúmulo de consecuencias que, con el tiempo, han ido haciendo de mi alguien un tanto diferente. Y bastaron un par de espejos para saber que realmente volvía a abrazar aquello que hace tiempo perdí.

Sé, desde entonces, que llegará el momento perfecto para volver a mi antiguo oasis.





(Involución positiva)