
Que quien haya visto la luz de un paso hacia su derecha, vuele por encima de las nubes y diga a todos qué ve. Burda grandilocuencia banal. Casi me atrevo a decir que nadie de los pequeños humanillos sabe qué es un sueño, ni tan siquiera sabe huir de lo que no lo es. ¿Por miedo? Quizá.
Y bien, te sientas delante de una mirada y no consigues captar lo que busca, nunca te has atrevido a cocinar y, por tu bien y por el de todos, no lo hagas ahora. No podría soportarlo. Que cuando alguien estropea con tanta facilidad una imagen ajena sabe que la suya no es más que una montaña de mentiras. Y todo sigue estando bien.
No todo sale a pedir de boca.
(Destrozando noches)