9 de agosto de 2008

Yo y mis enemigos, de tú a tú


Hoy, un día bonito para morir. Piénsalo bien, luce un espléndido sol, mejor que el de la semana pasada. Sin centrarnos en lo ínfimamente importante, acércate a mi garganta y la oiras rugir. Mintamos todos juntos, así seremos un poco menos culpables. Y no dejes de lado tu forma de vestir, átate bien las Converse... no vayas a dar una mala impresión a la señora de negro, no vayas a buscarte un enemigo más allá de lo que ves. Nunca sabes lo que puede pedir el deseo tras el café, que aún te duele la cabeza de la última sobredosis de culpabilidad.

Definitivamente no estoy hecho para hacer feliz a más de una parte de mi. Aunque a sabiendas de ello, me caes bien, te mataré el último.

(No todo es originalidad)

3 comentarios:

Caliope dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Caliope dijo...

¿Liquidar tu talento por la impasibilidad? Átate bien las zapatillas pero haz un puto doble nudo, y si has olvidado cómo hacer nudos, pídele a alguien que te las ate, pero resurge, porque se lo debes al mundo y sobretodo a ti mismo.
Ya sabes, quiero un ave fenix de las palabras. A.B.M., el eZcritor.
:)

Nachete dijo...

La señora de negro es algo más que amiga mía.