3 de marzo de 2008

Become a monster


¿Y ahora? Retuerce cada esquina de su diario, recordando cada una de las caras que pisoteó. Y desde el otro lado de la puerta no logras más que percibir el denso humo que desprende cada cigarrillo. Escuchas desde fuera como abre la mirilla y deja caer delicadamente su mano derecha sobre el marco. Te alejas. Miras hacia abajo y ves como sus pies hacen dos sombras inmóbiles al trasluz, finges arrodillarte para mirar mientras no dejas de observar, fijamente, la manivela. De repente tus mejillas se alborotan, tus rodillas tiemblan contra el suelo y el puto codo derecho no para de tambalearse, sientes como tus gotas de sudor chocan contra el suelo, sientes como tu corazón estalla a cada latido, como tu garganta murmura lamentos cuando intentas tragar. Pero no dejas de prestar atención a cada uno de sus movimientos. De un suspiro nace un destello desde un charco de agua que tienes a tus pies, lo miras fijamente y te ves reflejado en él; levantas la cabeza y te vuelves a mirar, asumiendo ser el monstruo en el que te has convertido.

(Lidiar con el destino,
miedo a afrontarlo.
Una cruz para cada alma,
un alma para cada cruz.)

1 comentario:

Nachete dijo...

Te escribo porque estoy hasta los huevos. No eres ningún García Lorca, ni eres ningún Azorín, pero escribes de puta madre. Y tienes esto muerto a tope, y me estás jodiendo mucho. Porque yo entro aquí, te leo, te adoro un poco más de lo que ya te adoro, e intento meterme en tu mente. Pero ahora estás en Alhama, y no hay cojones a saber qué piensas ni nada.

Escribe algo subnormal, seguro que has tenido un millón de ideas, y las estás tirando por el retrete cada vez que cagas...

listening - Bruce Springsteen - Radio nowhere.