18 de agosto de 2009

Y cambiando de tema


Él vestía un viejo pantalón de lino que, sin lugar a dudas, conoció tiempos mejores. Nunca se debe subestimar el traje de gala de un hombre; porque, por lo idiota que pueda parecer, le gustaría verse embutido en ese mal gusto hasta el día de su muerte. Y cuando digo muerte me refiero a muerte.

(Bon appétit!)

2 comentarios:

Nachete dijo...

Los pantalones de lino viejos molan...son muy hippies.

Yo quiero ser hippie, ¿te lo he dicho alguna vez?

Tengo un negocio entre manos, ¿sabes? Costará dinero, pero te interesará. Ya hablamos.

rous dijo...

La ropa vieja es la mejor, esta usada, gastada y despues de tanto uso, parece hecha a tu medida. Además las prendas que pasados unos años aún te sigues poniendo y que no han acabado en el trastero, son las que mejor hablan de ti, pese a todos los cambios que has pasado las sigues usando, a mi me gustaria conservar mis pantalones azules para siempre, pero ya no es que se rompan y los tire, es que mi culo no cabra ahí un día de estos, hasta entonces..... Bon appétit!